La vasculitis renal es una enfermedad caracterizada por la inflamación de los vasos sanguíneos que se encuentran en los riñones.
Esta condición provoca que los vasos sanguíneos se obstruyan y se reduzca el flujo sanguíneo en los tejidos de los riñones, lo que puede conducir a la disminución de la función renal y desarrollo de enfermedad renal crónica. Así pues, al tratarse de un tipo de vasculitis sistémica, también puede llegar a afectar a otros órganos del cuerpo.
Es importante controlar la progresión de la vasculitis renal, ya que puede llevar a enfermedades como la hipertensión, hematuria o proteinuria, entre otras. El tratamiento se centra en frenar la inflamación de los vasos sanguíneos mediante medicamentos inmunodepresores y corticosteroides. Asimismo, la intervención médica temprana resulta fundamental para prevenir la progresión del daño renal y mejorar el pronóstico general.