La resistencia, en el contexto de la actividad física, es la capacidad que tiene una persona para mantener un esfuerzo físico durante el mayor tiempo posible. Así pues, a la hora de valorar la resistencia no se tiene en cuenta únicamente la tolerancia al ejercicio físico de la persona, sino también el tiempo que tarda en recuperarse tras el esfuerzo ejercido.
Existen dos tipos de resistencia física:
- Resistencia aeróbica: capacidad de esfuerzo físico para realizar ejercicios rítmicos de intensidad moderada durante un largo periodo de tiempo. Como, por ejemplo, ciclismo, baile, correr a ritmo moderado, senderismo o natación.
- Resistencia anaeróbica: capacidad de esfuerzo físico para realizar ejercicios de alta intensidad durante un periodo de tiempo corto o medio. Como, por ejemplo, levantamiento de pesas, carreras cortas a gran velocidad, saltar a la cuerda, barras paralelas o entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT).