El peso seco es el peso corporal de una persona cuando está en un estado de balance hídrico óptimo, es decir, sin exceso ni déficit de líquidos en su organismo. Este concepto es especialmente relevante en personas con enfermedad renal crónica en tratamiento de hemodiálisis, ya que permite determinar cuánto líquido debe ser removido durante la sesión de diálisis y mejorar la calidad de vida del paciente durante el tratamiento.
El punto de peso seco se alcanza cuando el paciente no presenta síntomas de retención de líquidos y sobrecarga hídrica, como edemas, dificultad para respirar o hipertensión arterial, ni síntomas de deshidratación, como calambres, hipotensión, fatiga o mareos.
Para determinar el peso seco se requiere una evaluación clínica detallada basada en signos y síntomas del paciente, además de su estado general. Así pues, también pueden ser determinantes factores como el estado nutricional, la composición corporal (masa muscular y grasa), y la evolución de la ERC, lo que hace necesaria una monitorización personalizada y continua por parte del equipo médico.