La natriuresis es el proceso fisiológico mediante el cual los riñones excretan sodio a través de la orina, lo que resulta un mecanismo esencial para regular el balance hídrico en el cuerpo, mantener la presión arterial y equilibrar los electrolitos.
Existen diversos factores que pueden producir natriuresis, como la dieta, la hidratación y varias hormonas que ajustan la cantidad de sodio que los riñones reabsorben o excretan según las necesidades del organismo.
Durante la enfermedad renal crónica (ERC), la natriuresis puede estar alterada debido a la disminución de la capacidad de filtración de los riñones. En las etapas iniciales, puede haber una compensación parcial, pero a medida que la enfermedad progresa, la retención de sodio y líquidos se vuelve más frecuente, lo que puede causar hipertensión arterial y edemas, lo que a su vez incrementa el riesgo de deterioro de la función renal y cardiovascular.
Por eso, el control de la natriuresis es un aspecto crucial en el manejo de la ERC. Esto incluye una dieta baja en sodio, el uso de diuréticos en casos necesarios y una vigilancia constante del equilibrio de líquidos.