El rechazo de un trasplante de riñón es una situación difícil que puede generar un fuerte impacto emocional en los/las pacientes que lo sufren. Afrontar la vuelta al tratamiento de diálisis tras haber depositado la esperanza en el trasplante es un proceso crítico no solo a nivel médico, sino también un reto psicológico que exige una gran capacidad de adaptación.
Esta experiencia también puede repercutir en el entorno familiar y social del/la paciente, por lo que resulta esencial para este aprender a identificar, entender y gestionar adecuadamente las emociones para superar esta etapa de la manera más saludable posible, sin que dificulte el tratamiento y la calidad de vida del/la paciente.
En este artículo, desde ALCER TURIA, vamos a profundizar en el impacto psicológico del retorno a diálisis tras un rechazo de trasplante renal, las consecuencias emocionales para los/las pacientes y su entorno y qué herramientas pueden facilitar la adaptación a esta nueva etapa.
Qué temas encontrarás en este artículo
Cómo afecta el retorno a diálisis a nivel psicológico
El trasplante renal es un tratamiento que marca el inicio de una nueva etapa para las personas con enfermedad renal crónica, pues supone una considerable mejora en su calidad de vida. De hecho, está estadísticamente demostrado que es el tratamiento que mayor calidad de vida ofrece frente a la diálisis, aunque se trate igualmente de un tratamiento renal sustitutivo.
Por eso, después de haber experimentado la esperanza y libertad que ofrece el riñón trasplantado, el retorno a la diálisis puede percibirse como un retroceso, recaída o incluso un fracaso para la persona afectada.
El momento del rechazo del trasplante suele estar acompañado de un sentimiento de tristeza y pérdida relacionado con la sensación de haber «perdido» la normalidad alcanzada tras el trasplante. Junto a esto, los/las pacientes suelen enfrentarse a otras emociones y preocupaciones propias de la vuelta a la diálisis, como:
- Miedo a la dependencia: puede generar en los/las pacientes la sensación de pérdida de autonomía y dependencia a su entorno y el tratamiento, lo que además influye en el descenso de sus actividades cotidianas o de esparcimiento.
- Efectos secundarios e incomodidad física: la diálisis puede implicar molestias físicas asociadas, como fatiga crónica, presión arterial inestable, náuseas o calambres musculares.
- Impacto en la calidad de vida diaria: la necesidad de reorganizar el día a día en torno a las sesiones de diálisis puede limitar el tiempo dedicado a la vida social, laboral y personal, reduciendo también sus relaciones interpersonales.
- Alteración de la percepción de la identidad: la vuelta al tratamiento crónico puede afectar la autoestima del/la paciente, haciendo que se identifique más con su enfermedad que con su propia persona.
Estos factores pueden desencadenar una respuesta emocional negativa y, en algunos casos, comportamientos de rechazo hacia el tratamiento, lo que puede agravar tanto la condición física como mental del/la paciente. Esta reacción es natural tras el impacto emocional del rechazo del trasplante, pues se experimentan emociones y sentimientos similares al duelo, como la pérdida, frustración y tristeza, acompañados, en algunos casos, de ansiedad, alteraciones en el estado de ánimo e incluso depresión.
Sin embargo, desde un enfoque psicológico, este momento puede transformarse en una oportunidad para el crecimiento personal. Con el apoyo psicológico, es posible fortalecer la resiliencia, desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento y avanzar hacia una aceptación positiva de la situación.
Impacto en el entorno familiar por rechazo de trasplante
El ser humano, así como el entorno al que pertenece, puede ser altamente versátil ante las dificultades y los problemas que le surgen en la vida. Cada familia reacciona de forma distinta frente a la adversidad, por lo que lo mismo sucede ante el rechazo de un trasplante renal.
No obstante, en términos generales, se pueden establecer dos líneas de tendencia de respuesta del entorno familiar ante el rechazo de trasplante:
- Entorno familiar que facilita la transición y aceptación positiva: estos entornos familiares desempeñan un papel clave en el proceso de adaptación. Ofrecen un apoyo adecuado, basado en la comprensión, la comunicación y el acompañamiento emocional del/la paciente. Este tipo de respuesta fomenta una transición más fluida hacia la aceptación de la nueva realidad, ayudando a la persona a recuperar su estabilidad emocional y mantener una actitud resiliente ante la vuelta a la diálisis.
- Entorno familiar con transferencia emocional negativa: en algunos casos, la familia puede vivir el rechazo del trasplante como si fuera una pérdida propia, prolongando el duelo emocional. Este tipo de respuesta se caracteriza por permanecer demasiado tiempo en la fase de negación o buscar justificaciones para lo ocurrido, lo que dificulta iniciar el proceso de adaptación. En estas situaciones, el apoyo que el/la paciente necesita puede verse limitado, y el entorno familiar podría incluso añadir tensión o estrés adicional a la situación.
Es importante destacar que, en ambos casos, las emociones del entorno familiar son naturales y forman parte del proceso de adaptación. Sin embargo, contar con intervención profesional puede marcar la diferencia. Los profesionales psicólogos pueden trabajar tanto con el/la paciente como con su familia para ayudar a tener un manejo emocional, establecer dinámicas de apoyo saludables y avanzar hacia una aceptación constructiva de la nueva etapa.
Consejos y recursos para aceptar psicológicamente la vuelta a diálisis
Como hemos explicado anteriormente, el rechazo de trasplante no solo implica una pérdida en el estado de salud, sino que también conlleva un impacto psicológico asociado a la vuelta al tratamiento. Toda recaída representa una etapa desafiante tanto en términos físicos, prácticos, como psicológicos.
Ante esta situación, la puesta en marcha de recursos y estrategias profesionales recomendadas por la psicología ayudan a las personas a transitar de forma más efectiva este proceso de rechazo del trasplante y retorno a la diálisis.
Desde nuestro gabinete psicológico de ALCER TURIA, te recomendamos a continuación algunos consejos y recursos para aceptar psicológicamente la vuelta a diálisis:
- Aceptación positiva e importancia de la amabilidad con uno/a mismo/a ➤
- Validar sentimientos ➤
- Técnicas de relajación ➤
- Activar el apoyo familiar y social ➤
- Apoyo psicológico individualizado para afrontar la nueva situación ➤
- Apoyo desde los Grupos de Autoayuda ➤
Aceptación positiva e importancia de la amabilidad con uno/a mismo/a
Desde una perspectiva psicológica, la aceptación positiva es un recurso clave para facilitar la adaptación y fortalecer la resiliencia frente a esta nueva etapa de diálisis. Puesto que, aunque el tratamiento ya es conocido por el/la paciente, el rechazo del trasplante puede reactivar el proceso de aceptación de manera intensa, y apoyar esta fase será crucial para el bienestar emocional de la persona.
La aceptación positiva no debe confundirse con la resignación. Mientras que la resignación implica rendirse ante la situación, la aceptación positiva permite asumir la condición desde una postura constructiva, manteniendo la motivación para buscar apoyo y el control sobre la salud mental. Este enfoque ayuda al/la paciente a integrar el tratamiento en su vida de forma realista y proactiva, sin que se convierta en un obstáculo.
Adoptar una actitud positiva hacia el retorno a la diálisis puede tener un impacto directo en la calidad de vida y la salud de la persona. Es importante recordar que este tratamiento permite la eliminación de toxinas y sustancias que el riñón trasplantado ya no puede procesar, mejorando significativamente el estado fisiológico del/la paciente, algo que se refleja en los resultados de las analíticas médicas.
Fomentar una amabilidad hacia uno/a mismo/a en este proceso también es clave, entendida como una autocompasión positiva. Se basa en tener un trato amable hacia tu persona ante el dolor y la frustración, lo que permite reducir el autosabotaje y enfocarse en lo que se puede controlar.
Validar sentimientos
Validar los sentimientos de la persona trasplantada es un paso esencial para ayudarle a afrontar la vuelta a la diálisis de manera saludable. Crear un espacio seguro donde pueda expresar sus emociones sin temor al juicio fomenta una conexión emocional que facilita la comprensión y el acompañamiento. Sentimientos como la ansiedad, el miedo al futuro o la frustración son respuestas normales ante esta situación, y abordarlos desde la empatía y la escucha activa resulta clave.
La validación emocional no implica juzgar o minimizar lo que el/la paciente siente, ni ofrecer consejos apresurados que puedan resultar contraproducentes. En cambio, consiste en reconocer sus emociones como válidas y proporcionar el tiempo necesario para que las procese. Este enfoque transmite al/la paciente que no está solo en su experiencia, lo que puede aliviar su carga emocional.
Técnicas de relajación
Las técnicas de relajación, en sus múltiples formas, son herramientas muy útiles para mejorar el bienestar general de los/las pacientes. Al contribuir a reducir el estrés y estabilizar las emociones, estas técnicas permiten que la persona se sienta más preparada para poner en marcha el resto de recursos y herramientas psicológicas.
Entre las opciones más recomendadas se encuentran el Mindfulness y la meditación o respiración diafragmática, prácticas que ayudan a las personas a centrarse en el presente. Esto es especialmente beneficioso para disminuir la ansiedad anticipatoria, muy común en quienes se enfrentan a un tratamiento crónico como la diálisis. Estas técnicas promueven una aceptación consciente de la situación actual, permitiendo observar las emociones sin juzgarlas y mejorando así el manejo del estrés.
Activar el apoyo familiar y social
Las relaciones interpersonales son fundamentales para el ser humano, ya que somos seres sociales por naturaleza y necesitamos la conexión con los demás para mantener nuestro bienestar emocional.
Desde el apoyo psicológico, se busca que el entorno y el sistema familiar desempeñen un papel activo y positivo, proporcionando tanto soporte emocional como ayuda práctica. Es esencial que los familiares y amigos comprendan la importancia de atender no solo las emociones del/la paciente, sino también los cambios en la logística diaria que puede requerir la vuelta al tratamiento.
Fomentar una comunicación abierta y empática dentro del núcleo familiar, así como establecer redes de apoyo externas como grupos de pacientes o asociaciones especializadas, puede aliviar la carga emocional de la persona. Este acompañamiento contribuye a crear un entorno más estable y seguro que favorece una adaptación más saludable y equilibrada.
Apoyo psicológico individualizado para afrontar la nueva situación
Las intervenciones psicológicas individuales pueden ser otro recurso determinante a la hora de revertir la situación del rechazo y conseguir positivar la vuelta a diálisis. Este tipo de apoyo permite ofrecer un tratamiento personalizado, que considera las circunstancias, creencias y necesidades específicas de cada paciente.
Uno de los enfoques más efectivos en este contexto es la terapia cognitivo-conductual (TCC), que facilita la gestión emocional y el desarrollo de habilidades de afrontamiento adaptativas. La TCC ayuda a los/las pacientes a entender y transformar patrones de pensamiento que pueden estar obstaculizando su adaptación al tratamiento.
Para ello podemos utilizar diferentes estrategias, técnicas y recursos desde el apoyo individualizado, como:
- Reestructuración cognitiva: consiste en trabajar sobre pensamientos negativos y distorsiones cognitivas, como «he fracasado» o «no puedo con esto», y reemplazarlos por pensamientos más realistas y constructivos como: «es un proceso difícil, pero tengo las herramientas y el apoyo para afrontarlo». Este cambio de perspectiva es fundamental para reducir la autocrítica y fomentar la confianza en la propia capacidad de superación.
- Recuperación de actividades gratificantes y establecimiento de rutinas: retomar rutinas diarias permite a la persona recuperar el control sobre su vida. Esto incluye incorporar hábitos saludables como ejercicio físico adaptado, alimentación equilibrada y un descanso adecuado. Además, es esencial identificar y practicar actividades que generen placer, bienestar o satisfacción, ayudando a mejorar el estado anímico y emocional.
- Establecimiento de metas realistas y motivadoras: trabajar con objetivos alcanzables, como completar las sesiones de diálisis «paso a paso», centrarse en beneficios inmediatos o identificar pequeñas mejoras en el bienestar físico y emocional, ayuda a mantener la motivación y a avanzar de manera constante en el proceso de adaptación.
Apoyo desde los Grupos de Autoayuda
Las intervenciones psicológicas grupales son un recurso valioso y un complemento eficaz en la mejora y adaptación de los/las pacientes al retorno a la diálisis.
Los Grupos de Autoayuda, como los facilitados por ALCER TURIA, ofrecen un espacio seguro donde los/las pacientes pueden compartir sus experiencias con otras personas que están atravesando, o ya han superado, situaciones similares. Este intercambio reduce significativamente el aislamiento emocional, al mostrar que no están solos en este proceso, y proporciona un refuerzo positivo al ofrecer ejemplos de superación y estrategias prácticas de afrontamiento. Además, el apoyo entre iguales fomenta el desarrollo de redes sociales y ayuda a construir un sentido de comunidad que resulta esencial para afrontar los retos asociados al tratamiento.
Guzmán Robles
Contenido supervisado por Guzmán Robles
Psicólogo del equipo multidisciplinar de Alcer Turia
Licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia y colegiado como psicólogo sanitario. Postgrado Master en Psicología Clínica y Terapia de Conducta, de orientación cognitivo conductual. Es colaborador de la sección de Nefrología Infantil del Hospital La Fe de Valencia y el área de Nefrología del Hospital Dr. Peset de Valencia. Psicólogo de los Grupos de Autoayuda en sus numerosas ediciones y experiencia como formador, participación en congresos y ponencias sobre enfermedad renal.
¿Quieres que te ayudemos con apoyo psicológico durante tu enfermedad renal?
El retorno a la diálisis tras el rechazo de un trasplante renal es un proceso complejo que requiere atención integral y acompañamiento profesional. Desde la psicología, es posible transformar este desafío en una oportunidad para el crecimiento personal, el fortalecimiento emocional y la adaptación positiva a la nueva realidad.
Si te has sentido identificado con algunos de los aspectos mencionados en el artículo o crees que un familiar tuyo con enfermedad renal puede estar sintiéndose así, no dudes en pedirnos ayuda.
Consideramos que cada paciente necesita un diagnóstico y procedimiento individualizado. Por eso, desde nuestro gabinete psicológico ofrecemos un apoyo, formación y seguimiento absolutamente individualizado y adaptado al tipo de tratamiento y a la fase de la enfermedad renal en la que te encuentres.
Si quieres uno ajustado para ti, nuestro psicólogo de ALCER TURIA, especialista en pacientes renales, te ayudará con tu caso.
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