La enfermedad renal crónica altera el equilibrio entre los diversos componentes del organismo, por eso en ocasiones conlleva el desarrollo de otras enfermedades relacionadas. Entre ellas la hiperpotasemia, una condición caracterizada por el exceso de potasio en sangre y que puede desarrollarse a causa del deterioro de la función renal.
Es muy importante mantener unos niveles adecuados de potasio, no solo por los síntomas que produce, sino también por el alto riesgo de padecer complicaciones cardiacas. Además, también puede contribuir al agravamiento de la enfermedad renal crónica.
Si te interesa saber más sobre esta patología, desde Alcer Turia te contamos en este artículo todo sobre la hiperpotasemia en la enfermedad renal crónica: síntomas, prevención y control.
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Qué temas encontrarás en este artículo
Qué es la hiperpotasemia
La hiperpotasemia o hipercalemia es una enfermedad caracterizada por tener niveles elevados de potasio en sangre (potasio sérico). Puede deberse a distintas causas como trastornos metabólicos, enfermedad renal crónica, acidosis o el consumo de medicamentos.
Dependiendo de los niveles de potasio en sangre, pueden diferenciarse los siguientes grados de hiperpotasemia:
- Hiperpotasemia leve: niveles de potasio entre 5.1 y 5.5 milimoles por litro (mmol/L).
- Hiperpotasemia moderada: niveles de potasio entre 5.6 y 6.0 milimoles por litro (mmol/L).
- Hiperpotasemia severa: los niveles de potasio exceden los 6.0 milimoles por litro (mmol/L).
Hiperpotasemia y la enfermedad renal crónica
En circunstancias normales, el cuerpo mantiene una homeostasis, que es un estado de equilibrio fisiológico respecto a las condiciones físicas y químicas del organismo y que resulta fundamental para mantener la salud y el funcionamiento adecuado de este. Este estado armónico del organismo se compromete con la enfermedad renal crónica, puesto que los riñones son los encargados de regular los niveles de agua, sales y minerales en sangre, entre ellos el potasio. Por eso, la disminución de la capacidad de filtrado de los riñones conduce frecuentemente al desarrollo de hiperpotasemia.
Es importante prevenir y tratar la hiperpotasemia, puesto que los niveles altos de potasio pueden producir significativos efectos dañinos en el corazón y el sistema nervioso, pudiendo conducir al padecimiento de enfermedades cardiovasculares graves.
Especialmente, es importante el control de la hiperpotasemia en la enfermedad renal crónica, pues puede contribuir a un mayor deterioro de la función renal, el desarrollo de complicaciones y una progresión hacia etapas más severas de la enfermedad.
Síntomas de la hiperpotasemia
Como hemos explicado, existen distintos grados de hiperpotasemia según el nivel de potasio en sangre, lo que también condiciona cómo puede manifestarse la patología a través de la intensidad de los síntomas. Por eso, además de prevenir posibles complicaciones, el control de la hiperpotasemia puede ayudar a aliviar los síntomas que produce y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida del/la paciente.
Estos son los principales síntomas de la hiperpotasemia:
- Debilidad muscular: la influencia del potasio en la transmisión neuromuscular produce que los músculos se sientan flácidos e incluso se puedan presenciar calambres o parálisis muscular.
- Fatiga: un nivel alto de potasio en sangre provoca un estado de cansancio generalizado para el/la paciente que puede llegar a conducir a la astenia crónica.
- Irregularidades cardiacas: el potasio contribuye en la regulación de la actividad eléctrica del corazón, por lo que un exceso de este puede producir cambios en el ritmo cardiaco. Conllevando el riesgo de padecer palpitaciones, arritmias e incluso el paro cardíaco en casos graves.
- Náuseas y vómitos: el desequilibrio electrolítico puede impactar en el sistema gastrointestinal y producir síntomas como el dolor abdominal, náuseas o vómitos.
- Alteración de la sensibilidad: algunos/as pacientes experimentan sensaciones anormales en la piel como hormigueo o entumecimiento. Suele tratarse de uno de los primeros indicios de hiperpotasemia.
- Dificultades respiratorias: en los casos más graves, si se ven afectados los músculos respiratorios se puede sentir dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Prevención y control de la hiperpotasemia en la enfermedad renal crónica
Como hemos comentado anteriormente, es esencial regular el desarrollo de la hiperpotasemia en personas con enfermedad renal para manejar los síntomas, evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.
Estos son los principales aspectos a tener en cuenta para la prevención y control de la hiperpotasemia en la enfermedad renal crónica:
Dieta controlada en potasio
Aunque no existe una evidencia clara acerca de la relación entre la ingesta de potasio y los niveles de potasio en sangre (potasio sérico), el establecimiento de una dieta controlada en potasio es actualmente una de las medidas terapéuticas básicas para el tratamiento de la hiperpotasemia.
Las principales fuentes alimenticias de potasio son las frutas y verduras, aunque los niveles pueden variar significativamente dependiendo del alimento que se trate. No obstante, la última revisión de la guía clínica KDOQI considera que una dieta más rica en frutas y verduras es beneficioso para la salud, y a pesar de que se deba controlar su ingesta, sugiere no ser muy restrictivos con su consumo.
Por tanto, la persona con enfermedad renal y con niveles altos de potasio en sangre, debe aprender a llevar una dieta controlada y conocer las principales fuentes alimenticias de potasio, así como las mejores formas de preparar los alimentos para disminuir la cantidad de potasio presente en estos.
Limitar el consumo de alimentos con potasio
La ingesta de potasio puede proceder de dos tipos principales de fuentes alimenticias: naturales y no naturales.
Las fuentes naturales de potasio son aquellas frutas y verduras con alto nivel de potasio por la composición propia del alimento. Normalmente, el personal profesional médico le entrega a la persona con enfermedad renal un listado de alimentos recomendados y no recomendados de consumir. A continuación dejamos una guía rápida del contenido de potasio en frutas y verduras:
Las fuentes no naturales de potasio son aquellos productos elaborados que no forman parte de los grupos alimenticios de frutas y verduras, sino que el potasio que contienen ha sido añadido por la industria alimentaria en forma de aditivo alimentario.
Este es el listado de aditivos a evitar para prevenir o tratar la hiperpotasemia en la enfermedad renal crónica:
- E202: SORBATO POTÁSICO
- E224: METABISULFITO POTÁSICO
- E252: NITRATO POTÁSICO
- E283: PROPIONATO POTÁSICO
- E326: LACTATO POTASICO
- E332: CITRATOS DE POTASIO
- E336: TARTRATOS DE POSTASIO
- E357: ADIPATO POTÁSICO
- E402: ALGINATO POTÁSIO.
- E450: DIFOSFATO POTÁSICO
- E451: TRIFOSFATO POTÁSICO
- E470a: SALES SÓDICAS, POTÁSICAS Y CÁLCICAS DE ÁCIDOS GRASOS.
- E501: CARBONATOS POTÁSICOS
- E508: CLORURO POTÁSICO
- E515: SULFATO DE POTASIO
- E522: SULFATO DOBLE DE ALUMINIO Y POTASIO
- E555: SILICATO DE POTASIO Y ALUMINIO.
- E622: GLUTAMATO DE MONOPOTASIO
- E628: GUANILATO DIPOTÁSICO.
- E632: INOSINATO DIPOTÁSICO
Preparación de alimentos para reducir su potasio
Además de saber identificar qué frutas y verduras contienen una composición alta o baja en potasio, resulta esencial que las personas con enfermedad renal crónica que padecen de hiperpotasemia conozcan las técnicas culinarias para disminuir la cantidad de potasio de los alimentos.
Para comenzar, es importante saber que el potasio se disuelve con agua, por eso los alimentos congelados y en conserva cuentan con menos cantidad de potasio que cuando están frescos. Por lo que, el/la paciente antes de consumir las frutas en conserva tan solo debe vaciar el caldo de conservación. Sin embargo, en el caso de las legumbres en conserva deberá eliminar el agua del envase, lavar el alimento con agua y posteriormente cocerlo 5 minutos en abundante agua.
Por otro lado, la patata es otro alimento altamente rico en potasio, por lo que en caso de padecer hiperpotasemia debe prepararse de una manera específica antes de su consumo. El procedimiento a seguir consiste en pelar gruesamente la patata, trocearla y hervirla durante 5 minutos. Una vez hervida este tiempo, deberá poner el alimento 4 horas en remojo para posteriormente eliminar el agua de remojo y cocinar a su gusto. Por tanto, es muy importante que la patata no esté cruda cuando se ponga a remojo.
Por último, si el paciente desea consumir verduras crudas en ensaladas deberá trocear el alimento y aplicar un remojo de unas 4-6 horas con un cambio de agua a mitad. En cambio, si quiere consumir las verduras cocinadas deberá seguir las indicaciones de la siguiente tabla:
Tratamientos farmacológicos
En algunos casos, el control de la dieta no es suficiente y puede ser necesario en determinadas personas el uso de fármacos para manejar los niveles de potasio en sangre.
Este tipo de tratamiento consiste en el consumo de quelantes de potasio, como el poliestireno sulfonato de sodio, que se encargan de disminuir la absorción intestinal del potasio que llevan los alimentos ingeridos. Por tanto, cobra gran importancia tomar los quelantes de potasio durante las comidas o inmediatamente después de estas.
Así pues, aunque pueda generar cierto reparo consumir diariamente este tipo de medicamentos, es importante destacar que los nuevos fármacos cada vez cuentan con una mejor tolerabilidad y existe un menor riesgo de efectos secundarios.
Seguimiento médico regular
Es esencial que las personas diagnosticadas de hiperpotasemia estén monitorizadas regularmente por profesional médico especializado, ya que dependiendo de su evaluación podrá determinar en qué medida debe ajustar su ingesta de alimentos ricos en potasio o si requiere la prescripción de tratamientos farmacológicos.
Estas consultas periódicas cobran especial importancia con la hiperpotasemia en la enfermedad renal crónica, debido a que los/las pacientes cuentan con una capacidad reducida para eliminar el potasio del organismo. Un seguimiento médico por parte del servicio de nefrología no solo ayuda a mantener un nivel adecuado de potasio, sino que también permite vigilar la salud renal y ajustar el tratamiento dietético y farmacológico en respuesta a la progresión de la enfermedad renal.
José Roldán
Contenido supervisado por José Roldán
Nutricionista del equipo multidisciplinar de ALCER Turia
Licenciado en Farmacia y Diplomado Universitario en Nutrición humana y dietética. Cuenta con un curso en intervención nutricional y asesoramiento dietético en la insuficiencia renal crónica y un curso clínico-práctico de la nutrición en la enfermedad renal certificado por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CoDiNuCoVa).
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