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Mantener una correcta hidratación es esencial para todos, pero en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) cobra especial importancia para evitar complicaciones graves.

Los riñones son los encargados de filtrar y equilibrar los líquidos del cuerpo, por lo que cuando su capacidad se encuentra limitada a medida que progresa esta enfermedad tanto la falta como el exceso de líquidos se convierten potencialmente peligrosos. Por eso, entender cómo afecta la hidratación a la función renal es clave para manejar adecuadamente la enfermedad renal crónica.

Desde Alcer Turia, te explicamos en este artículo todo sobre la hidratación en la enfermedad renal crónica: el impacto de la deshidratación y la sobrehidratación, la importancia de un control estricto de los líquidos y las mejores prácticas para mantener un equilibrio hídrico.

¡Sigue leyendo y conoce más!

La hidratación saludable y los riñones

Los riñones son órganos esenciales para el mantenimiento del balance hídrico en el cuerpo. Su principal función es filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, regulando al mismo tiempo los niveles de electrolitos como el sodio, el potasio y el calcio.

Así pues, para que los riñones puedan realizar estas tareas de manera eficiente, es fundamental mantener una hidratación adecuada, ya que el agua es el vehículo principal para eliminar toxinas a través de la orina.

En condiciones normales, un consumo saludable de líquidos ayuda a prevenir problemas como infecciones urinarias, cálculos renales y acumulación de desechos en el organismo. Sin embargo, en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), la hidratación debe ser cuidadosamente ajustada, ya que sus riñones no son capaces de filtrar y eliminar adecuadamente los líquidos y desechos.

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Cómo afecta la enfermedad renal crónica al equilibrio de líquidos

La enfermedad renal crónica influye de manera directa en la capacidad de los riñones para mantener el equilibrio de líquidos en el organismo.

Cuando los riñones están sanos eliminan el exceso de agua y electrolitos a través de la orina, regulando así el volumen total de líquidos en el cuerpo. Sin embargo, en pacientes con ERC, esta función se ve comprometida debido al daño progresivo que sufren los riñones, lo que genera un desajuste en el balance hídrico.

Asimismo, si no se regula el desequilibrio de líquidos en el organismo puede conllevar alteraciones en los niveles de electrolitos, un mayor riesgo de deshidratación y la retención de líquidos, lo que se entiende como sobrehidratación.

En el caso de los pacientes en diálisis, el equilibrio de líquidos se debe mantener especial cuidado, ya que los riñones no pueden eliminar el agua y los electrolitos de forma natural. Esto obliga a que el exceso de líquidos sea retirado artificialmente durante las sesiones de hemodiálisis o diálisis peritoneal. Si no se controla adecuadamente la ingesta de líquidos entre sesiones, puede haber complicaciones como edemas, hipertensión arterial, dificultad respiratoria e incluso enfermedades cardiovasculares.

Cómo afecta la deshidratación en pacientes con ERC

La deshidratación puede agravar la función renal al dificultar la eliminación de toxinas, lo que aumenta su concentración en la sangre y favorece complicaciones como hipotensión, desequilibrios electrolíticos y un mayor riesgo de daño renal agudo.

Por eso, resulta esencial mantener una hidratación adecuada en pacientes con enfermedad renal crónica para preservar la función residual de los riñones, minimizar el esfuerzo al que estos están sometidos y prevenir la aparición de problemas adicionales que puedan acelerar el deterioro renal.

Cómo afecta la sobrehidratación en pacientes con ERC

La sobrehidratación es una complicación frecuente en etapas avanzadas de la ERC, donde la capacidad de los riñones para eliminar el exceso de agua se encuentra severamente reducida.

Esto puede dar lugar a problemas como edemas, hipertensión arterial, acumulación de líquidos en los pulmones (edema pulmonar) y sobrecarga cardíaca, aumentando el riesgo de complicaciones cardiovasculares graves y afectando significativamente la calidad de vida del paciente.

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Por qué es importante controlar la hidratación en la enfermedad renal crónica

Como hemos explicado, durante la enfermedad renal crónica los riñones pierden progresivamente su capacidad para regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo, lo que convierte al control de la hidratación en un aspecto esencial del tratamiento.

Estas son las consecuencias, positivas y negativas, que conlleva el control de este desequilibrio hídrico en pacientes con ERC:

  • Impacto en el tratamiento con diálisis: El manejo de la ingesta de líquidos es esencial para pacientes en diálisis, ya que una sobrecarga de líquidos puede causar tensión durante las sesiones de diálisis, provocando tensión en el organismo y problemas como calambres musculares, hipotensión o incluso arritmias. Así como mayor dificultad para lograr el peso seco.
  • Aumento de malestar y complicaciones: El exceso de líquido corporal puede causar síntomas como inflamación, fatiga, dificultad respiratoria y presión arterial elevada. Controlar la ingesta y eliminación de líquidos reduce el riesgo de complicaciones, como insuficiencia cardíaca congestiva y el desequilibrio electrolítico.
  • Mejora de la calidad de vida: Mantener un control adecuado de líquidos no solo previene complicaciones graves, sino que también contribuye al bienestar general del paciente, aliviando síntomas y reduciendo la probabilidad de hospitalizaciones, permitiendo al paciente realizar sus actividades diarias con mayor comodidad y mejorar su calidad de vida global.
  • Mantenimiento del equilibrio electrolítico: Un control hídrico efectivo permite manejar mejor los niveles de minerales como el sodio, potasio y calcio, contribuyendo al equilibrio electrolítico general y previniendo complicaciones relacionadas con el desbalance hídrico, como arritmias cardíacas, debilidad muscular y alteraciones metabólicas.

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Cómo regular la hidratación en la enfermedad renal crónica

No existen medidas universales sobre cuánto ni cómo regular la hidratación en la enfermedad renal crónica, ya que las necesidades de líquidos varían según el estadio de la enfermedad y la capacidad de la función renal para filtrar y eliminar agua.

Por ejemplo, para los pacientes en estadíos tempranos y trasplantados es posible basarse en las recomendaciones de la OMS que sugieren que una persona adulta sana necesita aproximadamente 35 ml de agua por kilogramo de peso corporal al día.

Por otro lado, en los pacientes sin diálisis, el consumo de líquidos se ajusta a la capacidad de orinar y la retención de líquidos, mientras que, en personas en diálisis, se suele limitar la ingesta diaria, especialmente si hay poca producción de orina.

Sin embargo, en pacientes en hemodiálisis, la guía KDOQI (Kidney Disease Outcomes Quality Initiative) recomienda ajustar la ingesta de líquidos al volumen de orina residual producido en 24 horas más 500-800 ml para cubrir pérdidas insensibles, siempre con un seguimiento estrecho y constante para monitorizar el estado hídrico del paciente.

Así pues, la Sociedad Española de Nefrología (SEN) enfatiza que para evitar la sobrehidratación no es necesario restringir la ingesta de líquidos más allá de lo necesario, priorizando la preservación de la función renal residual y un buen equilibrio de líquidos para evitar la acumulación de toxinas o síntomas relacionados con la deshidratación, como el cansancio y problemas de presión arterial. Y, en pacientes con ERC avanzada, especialmente aquellos con función renal remanente, recomienda personalizar la hidratación a su evolución clínica sin restringir demasiado, aportando un enfoque flexible y adaptado frente a guías más restrictivas.

Sabiendo esto, la National Kidney Foundation ha proporcionado en sus Guías KDOQI (Kidney Disease Outcomes Quality Initiative) ciertos principios clave para el manejo integral de la hidratación en la enfermedad renal crónica (ERC):

Manejo general de la hidratación en la enfermedad renal crónica

  • Balance de líquidos individualizado: el volumen de líquidos debe ajustarse a las necesidades de el/la paciente, tomando en cuenta la capacidad residual de los riñones para excretar líquidos y el riesgo de sobrecarga o deshidratación.
  • Pacientes en diálisis: Es fundamental controlar estrictamente la ingesta de líquidos para evitar fluctuaciones de volumen entre las sesiones de diálisis. Las guías KDOQI recomiendan consumir 500-800 ml más el volumen de orina residual, sin exceder el 2-3 % del peso corporal, para alcanzar y mantener el «peso seco» y prevenir complicaciones como edema y sobrecarga cardíaca. Esto incluye no solo agua, sino también cualquier líquido a temperatura ambiente, como leche, infusiones, caldos o incluso cubitos de hielo.
  • Control de la hipertensión: La restricción de la ingesta de líquidos, junto con el control del sodio, es crucial para el manejo de la presión arterial en pacientes con ERC, ya que una ingesta adecuada previene la acumulación de líquidos que puede causar hipertensión y daño cardiovascular.
  • Hidratación basada en síntomas y signos clínicos: En pacientes no dializados, la hidratación debe ajustarse según parámetros como la presencia de edema, producción de orina y signos de sobrecarga de líquidos. Aunque no se establece un volumen exacto, las guías destacan la importancia de personalizar la ingesta según la capacidad del paciente para excretar líquidos y minimizar síntomas como el edema.

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Recomendaciones de hidratación en hemodiálisis

En el caso de las personas con ERC en hemodiálisis, las guías y la práctica clínica suelen ofrecer recomendaciones claras respecto a la ingesta de líquidos debido a la necesidad de evitar complicaciones relacionadas con la sobrecarga hídrica entre sesiones de diálisis.

Las principales recomendaciones sobre la hidratación en hemodiálisis son:

  • Límite de líquidos diario: se recomienda una ingesta diaria de líquidos de 500-800 ml más el volumen de orina producido en 24 horas. Por ejemplo, si un paciente produce 200 ml de orina al día, su consumo total de líquidos debe estar entre 700 y 1000 ml.
  • Motivo de la restricción: Esta restricción de líquidos busca evitar la acumulación excesiva entre sesiones de diálisis, limitando el aumento de peso a no más del 2-3 % del peso corporal seco. Esto ayuda a prevenir complicaciones como edema, hipertensión arterial y sobrecarga de líquidos.
  • Distribución y manejo: Se debe controlar tanto el agua, como otros líquidos y alimentos con alto contenido de agua, como frutas jugosas, sopas y helados. Se recomienda distribuir la ingesta de líquidos de manera uniforme a lo largo del día para facilitar un mejor manejo de la hidratación.

Estas pautas están diseñadas para mantener un equilibrio de líquidos que permita eliminar el exceso acumulado de forma segura durante la hemodiálisis, optimizando su eficacia y reduciendo el riesgo de complicaciones relacionadas, como edemas o la sobrecarga cardíaca.

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Regulación de la hidratación en diálisis

Las recomendaciones de ingesta de líquidos para pacientes en diálisis peritoneal difieren de las de la hemodiálisis debido a las particularidades de este tratamiento.

En la diálisis peritoneal, la eliminación de líquidos y desechos es un proceso continuo y gradual, lo que permite una mayor flexibilidad en la ingesta de líquidos.

Esto se debe a que el exceso hídrico se elimina regularmente a través del peritoneo con cada intercambio de líquido dializante, facilitando el manejo diario de la sobrecarga de líquidos y reduciendo el riesgo de acumulación significativa entre sesiones.

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José Roldán

Contenido supervisado por José Roldán

Nutricionista del equipo multidisciplinar de ALCER Turia

Licenciado en Farmacia y Diplomado Universitario en Nutrición humana y dietética. Cuenta con un curso en intervención nutricional y asesoramiento dietético en la insuficiencia renal crónica y un curso clínico-práctico de la nutrición en la enfermedad renal certificado por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CoDiNuCoVa).

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Cada paciente necesita un diagnóstico y procedimiento individualizado dependiendo de la fase de enfermedad renal en la que se encuentre. Si quieres un control y plan de hidratación ajustado para ti, nuestro nutricionista de Alcer Turia puede ayudarte a sobrellevar la enfermedad renal y mejorar tu bienestar y calidad de vida diaria.

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