La glomerulonefritis es una enfermedad que surge debido a la inflamación de los glomérulos renales, que son los responsables de filtrar la sangre y eliminar los desechos a través de la orina. Sus síntomas más comunes incluyen hinchazón (edema), sangre en la orina (hematuria), proteinuria e hipertensión.
Esta patología puede dañar la función renal y acabar afectando en su capacidad para filtrar la sangre adecuadamente, lo que resulta en la acumulación de desechos y líquidos en el cuerpo y la pérdida de proteínas y sangre a través de la orina.
La glomerulonefritis puede manifestarse de forma aguda, apareciendo de forma repentina tras una infección, o crónica, desarrollándose lentamente y causando daño renal permanente. Por eso, su tratamiento varía según la causa y puede incluir medicamentos para controlar la inflamación, diálisis o trasplante renal en los casos más graves.