El estrés es un estado de nerviosismo o tensión que siente una persona ante una situación o preocupación. Sus síntomas más comunes suelen ser la dificultad para concentrarse, irritabilidad, fatiga, malestar general, rigidez muscular, problemas en el ciclo de sueño y alteración del apetito.
Se trata de una respuesta natural del organismo ante un sentimiento de amenaza o alerta (estrés agudo), pero si el estrés se prolonga en el tiempo pasa a ser considerado crónico y es recomendable controlarlo o solicitar ayuda de un profesional psicólogo para evitar que conlleve otros problemas de salud.
Existen muchos factores que pueden generar estrés. Como, por ejemplo, preocupaciones por el dinero, el trabajo, asuntos familiares o el padecimiento de una enfermedad. Por eso, el estrés está muy ligado a la enfermedad renal crónica, pues supone una gran marea de emociones nuevas y un gran cambio en la rutina diaria.