En ocasiones nuestro cuerpo reacciona con bloqueos mentales de gran intensidad debidos a situaciones que no podemos gestionar. Por eso es aconsejable ir al médico acompañado por un familiar o amigo para que ellos nos ayuden con las preguntas más útiles, acertadas y oportunas.

Una vez acabado el tratamiento renal, al recibir el alta médica, empieza el proceso de recuperar la normalidad. Este proceso, que parece sencillo y lleno de alegría, en realidad se hace lentamente y con algunos miedos.

La tristeza es una emoción natural y hasta útil, aunque dolorosa, puesto que forma parte de un proceso de aceptación de una realidad que nos está dañando en este momento. Pero si notas que la tristeza invade todos los aspectos de tu vida, entonces es aconsejable pedir cita con el psicólogo.

El tratamiento médico a menudo precisa de la contribución de psicólogos que se hagan cargo de las emocionales del paciente, no tanto a lo que se refiere a la sintomatología de su enfermedad en sí, sino en la aceptación de la enfermedad.

Un Grupo de Ayuda Mutua es un espacio en el cual diversas personas que comparten un mismo problema o dificultad se reúnen para intentar superar o mejorar su situación y donde los psicólogos ofrecen información y charlas.

La información es una herramienta que sirve para perder miedo a lo desconocido. Si recibes formación en cuidados renales tendrás más recursos para bajar tu nivel de ansiedad y preocupación.

Los niños pequeños (hasta los 8 años) no necesitan mucha información detallada, mientras que los niños mayores (entre 8 y 12 años) y los adolescentes, necesitan saber más. Adaptarse a la edad y madurez en cuanto a la información, tratando de normalizar lo referente a la enfermedad y el tratamiento.

La profesión de los psicólogos se ha incluido dentro de aquellos oficios considerados esenciales durante el Estado de Alarma.