Un edema es una hinchazón anormal causada por la acumulación excesiva de líquido en los tejidos del cuerpo. Las zonas más comunes en las que se suele desarrollar un edema son las extremidades, como piernas, pies y tobillos, aunque también puede presentarse en otras áreas como el abdomen o los pulmones.
Esta condición puede indicar un desequilibrio de los mecanismos que regulan la distribución y eliminación de líquidos en el organismo, como sucede con la enfermedad renal crónica (ERC). La disminución de la función renal provoca que los riñones ya no sean capaces de filtrar y excretar el exceso de líquidos y sodio, lo que conduce a su acumulación, y en consecuencia, la producción del edema.
El control y tratamiento del edema es fundamental para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar complicaciones más graves, como el agravamiento de los órganos afectados. En el caso de un edema causado por la enfermedad renal crónica, su tratamiento consiste en diuréticos para eliminar el exceso de líquido, junto con recomendaciones dietéticas para reducir la ingesta de sal.