Un donante, en el contexto de la enfermedad renal crónica, es aquella persona a la que se le extrae un riñón sano mediante una intervención quirúrgica de trasplante de riñón para introducirlo a una persona enferma y que pueda recuperar su función renal.
La donación es un gesto voluntario, altruista, anónimo y universal en el que una persona decide en vida o una vez fallecido que sus órganos pueden salvar o mejorar la vida a otra persona. La legislación española garantiza que se cumplan todos los derechos tanto del donante como del receptor.
Existen distintos tipos de donante renal:
1. Donante en vida:
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- Donante familiar vivo: un familiar consanguíneo dona un riñón a la persona con enfermedad renal.
- Donante no emparentado: se realiza entre personas del entorno social y laboral de la persona enferma.
2. Donante fallecido: se trasplanta el riñón de una persona recientemente fallecida y sin antecedentes de enfermedad renal crónica. Este proceso se realiza mediante una lista de trasplante y de forma anónima.
En todos los casos, se realizan exámenes médicos al donante previamente a la intervención quirúrgica para asegurarse de que no se produzca un rechazo del riñón. Así como tras la cirugía se continúa esta prevención con la toma de medicamentos inmunodepresores.