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Las personas con enfermedad renal crónica presencian un impacto significativo en su bienestar emocional y calidad de vida, lo que supone una mayor dificultad para mantener un buen manejo emocional de la enfermedad de manera efectiva.

Es por eso que la ayuda psicológica se vuelve esencial durante la enfermedad renal para brindar apoyo emocional y psicológico a las personas que la padecen. Así como, favorecer su adaptación a la situación cambiante y aumentar su adhesión al tratamiento.

Pero, ¿cómo te das cuenta de que necesitas acudir a un profesional? A continuación, te explicamos los factores que pueden ayudar a saber cuándo debe solicitar ayuda psicológica un paciente renal. ¡Sigue leyendo y conoce más!

¿Es necesaria una intervención psicológica en pacientes renales?

Como hemos comentado anteriormente, la intervención psicológica es fundamental para que los pacientes renales puedan encontrarse con un buen estado de ánimo y bienestar emocional antes, durante y después del tratamiento.

Son múltiples los motivos por los que es muy recomendable buscar apoyo psicológico a través de profesionales especializados en la enfermedad renal crónica, pero podemos destacar estos principalmente:

  • Prevención: para que los pacientes adquieran habilidades en el manejo de emociones y pensamientos desajustados, así como favorecer la adaptación a sus nuevas situaciones relacionadas con la enfermedad.
  • Tratamiento: cuando ya puede estar sucediendo una mala adaptación a alguna circunstancia de la enfermedad y aparece la necesidad de establecer un control de las emociones o pensamientos disruptivos.
  • Crecimiento personal: puede aplicarse a pacientes que ya disponen de determinadas herramientas psicológicas, por haber acudido antes a ayuda psicológica o no, de las cuales se quiere promover su mantenimiento de forma continuada llevando a un crecimiento personal que aporte fortaleza al paciente en la adaptación y en la sensación de bienestar emocional.

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Qué problemas psicológicos suelen atenderse a pacientes renales

El principal problema que puede presentar un paciente renal a nivel psicológico va en consonancia con el padecimiento que conlleva cualquier enfermedad médica crónica: que suponen problemas psicológicos crónicos. Por tanto, los pacientes pueden presentar de forma crónica numerosas patologías psicológicas y precisar de manera continuada un apoyo terapéutico especializado.

Entre las patologías psicológicas más frecuentes que suelen presentar los pacientes renales se pueden destacar los problemas de aceptación, estrés, ansiedad, depresión, la pérdida de reforzadores positivos y el deterioro de las relaciones y habilidades sociales. Estos, al mismo tiempo, también suelen desencadenar en otras preocupaciones como la autoimagen o autoestima, problemas sexuales o laborales-económicos, entre otros.

Por tanto, la mayoría de las veces las inquietudes psicológicas nombradas suelen estar íntimamente relacionadas y pueden ser generadoras de otros problemas, influyendo y retroalimentandose negativamente entre sí.

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Beneficios de la ayuda psicológica en pacientes renales

Como hemos explicado arriba, el carácter crónico de la enfermedad renal genera de la misma forma el desarrollo de numerosas patologías psicológicas crónicas. Entonces, ¿en qué puede ayudar la intervención psicológica durante la enfermedad renal para tratar dichos problemas psicológicos?

Estos son sus principales beneficios:

  • Mejora del bienestar emocional: puede ayudar en la regulación de los sentimientos de ansiedad, depresión estrés u otras emociones disruptivas, lo que contribuye en la mejora del bienestar emocional del paciente.
  • Afrontamiento positivo y efectivo: favorece el desarrollo de herramientas para adaptarse a los cambios que conlleva la enfermedad. Estas mejoran el autocontrol o autorregulación y promueven habilidades de afrontamiento eficientes para lidiar con la incertidumbre y las emociones desajustadas, lo que mejora el estado de ánimo y reduce la sintomatología del estrés, la ansiedad y la depresión.
  • Reducción de los síntomas físicos: los recursos psicológicos adquiridos ayudan a reducir síntomas físicos relacionados con el estrés, como insomnio, fatiga u otras somatizaciones, mejorando su sensación de confort general.
  • Aumento de la adhesión al tratamiento: promueve un mayor cumplimiento de las prescripciones médicas, ya sean en las medicaciones, en dietas especiales e ingesta hídrica o en los tratamientos de diálisis y hemodiálisis.
  • Favorecimiento de las relaciones sociales o interpersonales: impulsa a las personas a comunicarse mejor con sus seres queridos y a encontrar apoyo en sus relaciones personales. Esto es especialmente importante, ya que la enfermedad renal afecta en la vida familiar y social.
  • Apoyo en la toma de decisiones: facilita decisiones como elegir entre un tratamiento de diálisis o un tipo de trasplante. Ya que, el apoyo y los nuevos recursos aprendidos aumentan la sensación de seguridad y autoconfianza en la persona, reduciendo el estrés y fomentando su tranquilidad.
  • Facilitación de la adaptación a cambios: contribuye en la adaptación a los cambios significativos en el estilo de vida del paciente y a desarrollar estrategias para enfrentar los nuevos hándicaps y desafíos.
  • Mejoría de la calidad de vida: el desarrollo de la adaptación en general y cualquier tipo de problema o nuevo hándicap, mejora directamente la calidad de vida del paciente.

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Señales de que un paciente renal necesita ayuda psicológica

Entonces, ¿cómo podemos saber cuándo debe solicitar ayuda psicológica un paciente renal?

Como ya hemos expuesto en este artículo, la intervención psicológica puede aplicarse con motivo de prevención, tratamiento o crecimiento personal, por lo que no es necesario que ya existan indicios de un problema psicológico en el paciente para que solicite ayuda de un profesional especializado.

No obstante, se pueden destacar algunas señales generales de que la persona con enfermedad renal necesita ayuda psicológica, como: emociones de apatía, falta de interés por realizar actividades que antes le gustaban, exceso de nerviosismo, no poder conciliar el sueño o un bajo estado de ánimo permanente.

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Etapas de intervención psicológica en pacientes renales

Más allá de las señales mencionadas, existen diferentes etapas o momentos más o menos críticos en las que es conveniente realizar intervención psicológica a personas con enfermedad renal crónica:

  1. Diagnóstico inicial ➤
  2. Agravamiento de la enfermedad en su cronicidad
  3. Cambios en el tratamiento ➤
  4. Pruebas u operatorios ➤
  5. Desarrollo de otras enfermedades ➤
  6. Preparación para diálisis ➤
  7. Rechazo de un trasplante ➤
  8. Toma de decisiones ➤

Diagnóstico inicial

Cuando un/a paciente recibe el primer diagnóstico de la enfermedad, es muy probable que entre en estado de shock. Por eso, es uno de los momentos esenciales en los que la persona debe solicitar ayuda psicológica.

La intervención psicológica aplicada desde el inicio favorece en la aclaración y adquisición de información útil y realista para iniciar el proceso de aceptación y que pueda resultar más sencillo al paciente.

Agravamiento de la enfermedad en su cronicidad

A medida que la enfermedad renal crónica se agrava, puede suponer otro golpe emocional fuerte para el paciente. Por eso, el apoyo psicológico desempeña un papel fundamental en el afrontamiento y el manejo de ese nuevo cambio por empeoramiento.

En esta etapa la intervención psicológica puede ayudar a las personas a manejar y regular el estrés, la ansiedad y las complejidades emocionales de la enfermedad. Es el momento concreto para una ayuda psicológica especializada en la enfermedad renal crónica.

Cambios en el tratamiento

Los posibles cambios en el tratamiento son un concepto transversal al resto de momentos críticos comentados, pues es muy común que haya regulaciones del tratamiento a lo largo de toda la enfermedad.

Especialmente, suele requerirse apoyo psicológico por parte de un profesional especializado cuando se cambia de un tipo de diálisis a otro debido a una necesidad médica o de salud, y no de manera voluntaria por parte del paciente.

Pruebas u operatorios

Cualquier tipo de prueba, intervención u operatorio puede significar un impacto psicológico para el paciente renal. Aunque siempre dependerá de la duración o la gravedad de cada situación.

Este tipo de procesos activan de forma intensa las preocupaciones y emociones de ansiedad del paciente. Así pues, las intervenciones pueden suponer una fase postoperatoria que también afecta emocionalmente, por lo que es conveniente trabajarlas psicológicamente.

Desarrollo de otras enfermedades

La aparición de otra enfermedad siempre intensifica el sufrimiento psicológico y pone en entredicho la salud mental y el bienestar emocional del paciente. Por eso, se hace más necesaria y beneficiosa la intervención y el apoyo psicológico.

Normalmente, son frecuentes las enfermedades asociadas o que concurren con la enfermedad renal crónica. Estas suelen ser desde calcificaciones, problemas óseos, enfermedades cardiovasculares, infartos, diabetes mellitus o la conocida poliquistosis, enfermedad renal de origen genético.

Preparación para diálisis

Para la mayoría de las personas, el inicio de la diálisis es uno de los momentos más traumáticos, con mayor ansiedad y desesperación dentro de la evolución de la ERC. De hecho, podría tratarse de la etapa con mayor porcentaje de personas que reciben apoyo psicológico especializado.

La intervención psicológica para el afrontamiento del tratamiento de diálisis puede encaminarse por distintas vías. Por un lado, se trabajan las emociones de ansiedad, tristeza o pérdida, ya que en ocasiones puede suponer la interrupción temporal del trabajo o de alguna actividad crucial para el paciente.

Por otro lado, la diálisis conlleva cierto dolor por las punciones o cambios en el cuerpo para lo que es necesario facilitar una preparación psicológica para la nueva adaptación. Como sucede con la colocación del catéter de diálisis peritoneal o la cirugía de la fístula para la hemodiálisis. Así pues, muchas veces también es muy frecuente aplicar el apoyo psicológico para trabajar el inevitable miedo a lo desconocido.

Rechazo de un trasplante

El momento del rechazo de un trasplante está casi siempre caracterizado por un sentimiento de tristeza y de pérdida, ya que supone para el paciente una frustración y falta de esperanza respecto al tratamiento.

Por lo que, el proceso de aceptación se vuelve a activar de manera intensa y el apoyo psicológico especializado se convierte esencial para el paciente.

Toma de decisiones

Apoyar en la toma de decisiones es especialmente útil en el momento de decidir por qué tratamiento de diálisis optar. Aunque no es exclusivo de esta fase, a veces también es muy útil para ayudar en la toma de decisión de otras circunstancias, tratamientos o intervenciones quirúrgicas.

En este tipo de etapa predomina de forma intensa la ansiedad y una inquietud asociada inevitable, ya que la toma de decisiones es la consecuencia del derecho de un/una paciente activo, donde el autocuidado y sus elecciones forman parte esencial de su salud.

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Guzmán Robles

Contenido supervisado por Guzmán Robles

Psicólogo del equipo multidisciplinar de Alcer Turia

Licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia y colegiado como psicólogo sanitario. Postgrado Master en Psicología Clínica y Terapia de Conducta, de orientación cognitivo conductual. Es colaborador de la sección de Nefrología Infantil del Hospital La Fe de Valencia y el área de Nefrología del Hospital Dr. Peset de Valencia. Psicólogo de los Grupos de Autoayuda en sus numerosas ediciones y experiencia como formador, participación en congresos y ponencias sobre enfermedad renal. 

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Consideramos que cada paciente necesita un diagnóstico y procedimiento individualizado. Por eso, desde nuestro gabinete psicológico ofrecemos un apoyo, formación y seguimiento absolutamente individualizado y adaptado al tipo de tratamiento y a la fase de la enfermedad renal en la que te encuentres.

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