La adhesión al tratamiento es un término que hace referencia a la capacidad de una persona para acoplarse y cumplir correctamente con la nueva rutina o programa médico establecido para el tratamiento de una enfermedad. Como, por ejemplo, acudir a las revisiones médicas, ser constante con la toma de la medicación o realizar las tomas con la dosificación programada.
La OMS ha considerado la adhesión al tratamiento como un problema de salud pública, pues tan solo el 50% de los pacientes crónicos cumplen con su tratamiento. Así pues, la adherencia terapéutica es un factor muy importante para la mejora de la calidad de vida y la salud de la población, y una carencia de esta conduce al empeoramiento de las enfermedades.
Algunas de las enfermedades crónicas con mayor dificultad de adhesión al tratamiento son la diabetes, la epilepsia, la enfermedad renal crónica, dislipemias, VIH, osteoporosis e hipertensión arterial.